Las llantas HEIDENAU no son infalibles

Despues de recorrer muchos miles de kilómetros con Heidenau sin tener la desagradable experiencia de un pinchazo, nos llegó el turno en un viaje a Santa Marta. Como es de suponer ya esos insucesos estaban fuera de mis cálculos, fuera de todas las posibilidades… Cuando hicimos el ultimo viaje largo a Suramérica completamos más de 23.000 kms sin preocuparnos por ese asunto. Y fueron muchísimos kilómetros más, antes y después de esta travesía, con juegos de llantas que se acaban a los 14 o 15 mil kms sin recibir una “mecha” o “taco” en estas fuertes corazas sin neumático.

Pero a cada chancho le llega su Navidad… Es muy difícil mantener esos récords en las carreteras colombianas. A veces son los huecos los que nos juegan una mala pasada y en otras ocasiones, los objetos corto punzantes nos atacan sin piedad. En este caso viajábamos con Gabriela a Santa Marta para una semana de descanso. Nos detuvimos a tomar algo en Rionegrito, un parador de buses entre La Dorada y Puerto Boyacá y al salir notamos que la llanta trasera estaba totalmente desinflada. Afortunadamente, el parador está justo al lado de una estación de servicio, con monta llantas incluido. “Muy de buenas!!” Alcancé a pensar.

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